Hidrofobia: ¿Cómo vencer el miedo al agua?

El miedo al agua o hidrofobia es un tipo de fobia que, junto con la fobia al fuego (o pirofobia), acompaña al hombre desde el inicio de los tiempos.  Este tipo de fobia constituye un elemento muy limitante en la vida de las personas que la sufren puesto que el agua es un elemento esencial en la vida de los seres humanos.  El ser humano está compuesto por un 60% de agua y además nos acompaña desde antes de nacer ya que en la bolsa amniótica estábamos sumergidos en ella,  sin embargo para algunas personas el agua puede ser causa de angustia y sufrimiento. Cuando se tiene esta fobia el sujeto puede sufrir ataques de pánico, ansiedad y puede ser una situación muy difícil para su vida.

Causas de la hidrofobia

Algunas fobias suelen ser irracionales, es decir, el sujeto que experimenta una fobia jamás ha tenido un suceso traumático o ningún contacto con el objeto fóbico, sin embargo otras fobias pueden tener origen racional y son estas las que son más difíciles de superar. Cuando la hidrofobia es de origen racional, la causa normalmente suele ser un trauma sufrido de niño, una sensación de ahogamiento o de quedarse sin aire puede ser el origen de tal fobia. Es esencial indagar en los recuerdos de niño y profundizar en la memoria para encontrar el origen de la hidrofobia, en qué momento sucedió y cuáles fueron las circunstancias en la que dicha fobia se fraguó.

La hidrofobia también puede tener un origen irracional y esto es por aprendizaje vicario. Los niños normalmente aprenden e imitan las conductas paternas por lo que si un padre  o una madre experimenta fobia al agua, el niño puede imitar y aprender dicha fobia aún sin haber tenido ninguna experiencia traumática con el agua.

Cuanta menos edad tiene el paciente al que le ha sido diagnosticada la hidrofobia, mejor va a ser su recuperación ya que el cerebro es mucho más moldeable a edades más tempranas.

Cómo vencer el miedo al agua

En psicología, según la vertiente conductista, para poder superar las fobias lo mejor que se puede hacer es enfrentarse a ellas. Los tratamientos para superar la hidrofobia pueden ser variados y según la corriente psicológica que elijas para ello lo harás de una manera o de otra.

Una aproximación gradual a los elementos que generan la fobia va a ser la clave de poder superar con éxito la hidrofobia, no sin antes hacer una jerarquía de ansiedad, esta jerarquía consistirá en nombrar situaciones en relación con la hidrofobia y calificarlas con un número según la ansiedad que producen en el sujeto. Se comenzará con los elementos que generan menos ansiedad de la jerarquía y se irá avanzando poco a poco hasta poder afrontar los elementos que más ansiedad causan a la persona. Para que una situación se dé por superada y se pueda pasar a la siguiente situación de la jerarquía, el nivel de ansiedad debe de ser 0.

Como hemos mencionado anteriormente, vamos a mostraros unos ejemplos de ejercicios para superar la hidrofobia, estos ejercicios siempre se harán siguiendo una aproximación gradual (enfrentarse poco a poco) a las situaciones que generan ansiedad en el agua. Si sufres hidrofobia o conoces a alguien que pueda padecerla quédate a leer estos ejercicios:

Ejercicio de habituación

En este primer ejercicio nuestro objetivo es habituarnos a estar en el agua, por ello vamos a comenzar sentándonos en el borde de la piscina sumergiendo únicamente las piernas. Una vez que ya nos hemos habituado a la sensación de tener las piernas en remojo nos agarraremos a la escalera de la piscina (o barandilla si es una cuesta) e iremos poco a poco bajando a la parte de la piscina que es poco profunda. De manera gradual vamos a ir introduciendo los brazos y finalmente la cabeza. Este ejercicio es una manera de familiarizarse y habituarse al agua y comprender que en ese momento no hay nada que temer.

Ejercicio de seguridad

Sentirse seguro cuando se está afrontando una fobia es muy importante, en este ejercicio nuestra finalidad será sentirnos seguros y conseguir autocontrol estando en el agua, para ello vamos a aprender a flotar. Comenzaremos flotando en una piscina pequeña, en la que podamos hacer pie todo el rato, después flotaremos en una piscina más grande y finalmente flotaremos en el mar. Para lograr esto podemos utilizar ayudas como tablas y pullbuoys.

Ejercicio de conocimiento

Para superar la hidrofobia un muy buen ejercicio será aprender a nadar. Con la ayuda de un entrenador que te enseñará las técnicas de natación adecuadas, aprender a nadar se convertirá en el escudo y en el paso final para vencer la fobia al agua. El conocimiento de la natación te proporcionará los elementos adecuados para que puedas sentirte cómodo y seguro en el agua sin temor a nada.

Lo que no se debe hacer

Si conoces a algún hidrofóbico una cosa que no deberás hacer bajo ningún concepto es lanzar de manera repentina al agua, esto se usó en el pasado como terapia de choque pero se demostró que lejos de producir resultados positivos, esto causó mucho más trauma a las personas con hidrofobia e incluso las puso en peligro ya que ninguna de ellas sabía nadar.

Otra cosa que no se debe hacer es subestimar la hidrofobia. El miedo al agua puede causar vergüenza a la persona que lo sufre y subestimarla solo empeorará su situación. Una actitud empática y abierta favorecerá que esa persona nos hable acerca de su miedo y se sienta comprendida y escuchada.

Fuente

natacioncs.com

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